Ley Contra El Odio Del Régimen
19 diciembre 2020
Venezuela
¿Cómo funciona la Ley contra el Odio de Maduro para perseguir a la oposición en Venezuela?
En el país vecino, el régimen revivió el uso de una controvertida norma para perseguir a críticos y opositores. Convertido en instrumento político, el texto promete ser el nuevo juguete de coerción de Maduro.
12/19/2020
Elaborada por una asamblea nacional constituyente ilegítima, que venía de arrebatarle las funciones constitucionales a una asamblea electa democráticamente en 2015, la Ley Constitucional contra el Odio fue aprobada en noviembre de 2017. Fue hecha para perseguir a los enemigos de Nicolás Maduro, bajo la premisa de castigar los actos que inciten al odio, la discriminación o la violencia, a la vez que ofrece atribuciones para cerrar medios de comunicación que sean considerados inadecuados. Las penas para cualquier enemigo señalado de cometer “actos de odio” llegan a los 20 años de cárcel. Tras ser olvidada durante un tiempo, la ley se ha convertido en el instrumento de persecución perfecto para Maduro.
En medio de la crisis sanitaria, la efectividad de la ley como agente de represión salió a relucir. La oposición advirtió rápidamente que el Gobierno no estaba preparado para enfrentar el virus, lo que Maduro señaló como un intento de “manipular” la pandemia con propósitos políticos. Con periodistas independientes atentos al manejo de la situación, y advirtiendo en las redes sociales que las cifras oficiales de contagios eran inconsistentes, Maduro los puso en el radar para perseguirlos. Uno de ellos fue encarcelado bajo el turbio amparo de la Ley contra el Odio, y, aunque fue dejado en libertad dos semanas después, el escarmiento fue suficiente. Luego, la ley se empezó a utilizar sistemáticamente ante cualquier señalamiento de mal manejo de la crisis sanitaria en el país. Se calcula que, en el año, esta norma se ha utilizado en 40 casos diferentes para encarcelar sin discreción.
Las amenazas también calmaron las aguas de cara a las desvirtuadas elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. Según la oposición, la ley intimidó a quienes criticaban los resultados, a pesar de que los comicios fueron reconocidos con unanimidad como una farsa. Asustando a los detractores, Maduro consiguió el control de la Asamblea con tranquilidad, y con ello adquirió el poder absoluto de las instituciones gubernamentales.
Suscríbase por 1.000 pesos al mes
Ver oferta
Poco a poco, Maduro añade instrumentos para controlar mejor a la oposición. Como escribió Marianela Balbi en el periódico The New York Times, la ley “nació con un defecto de fábrica: es profundamente antidemocrática. No alienta la paz social ni la riqueza del debate público, destruye los principios de pluralidad, diversidad, libertad y acceso a la red, y convierte a los intermediarios de las redes sociales en censores de las opiniones de sus usuarios”.
Aunque las dudas sobre las elecciones y los manejos del régimen son evidentes, el clima de opresión se acentúa, sobre todo con Maduro controlando la Asamblea. Esta semana suscitaron polémica las presuntas irregularidades con la escogencia de los opositores en la elección, pues el chavismo ganó 255 de 277 escaños. Los cuestionamientos giran en torno a dos congresistas, Luis Parra y Timoteo Zambrano, a los que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó tras cambios de postulaciones y alianzas que podrían haberse hecho luego de las votaciones, desconocidas por Estados Unidos, la Unión Europea y Colombia.
Pero la polémica de las votaciones quedará impune, sobre todo si la Ley contra el Odio está en pleno apogeo. Así lo demostró la detención de Giovanni Urbaneja, desertor del Partido Socialista y quien permanece preso desde agosto, acusado de “instigar al odio” por criticar el manejo del coronavirus de varios alcaldes simpatizantes con esa colectividad. Lamentablemente, como afirma Balbi, “será imposible restablecer en Venezuela un ambiente de tolerancia tipificando delitos de opinión para proteger la reputación de funcionarios públicos”. En definitiva, la Ley contra el Odio es el juguete ideal para perseguir con la impunidad propia de una dictadura
Copyright © 2020
Publicaciones Semana S.A
Últimas noticias:
Todas las marcas registradas son propiedad de la compañía respectiva o de PUBLICACIONES SEMANA S.A.Se prohíbe la reproducción total o parcial de cualquiera de los contenidos que aquí aparezca, así como su traducción a cualquier idioma sin autorización escrita por su titular.
No hay comentarios.