Belleza bajo el sol
“Cuando se está en la playa, el cabello es nuestra segunda piel. De ahí los cuidados que se deben procurar no solo en el cuero cabelludo como tal, sino también en el cabello”, enfatiza Andrés Aragón, estilista especializado en tecnología capilar. Antes de exponerse al sol es importante hidratar la cabellera aplicando una mascarilla o ampolla o simplemente una crema de peinar que actúe como ese escudo protector que la gente tanto busca en la playa o en la piscina. Recurra a las cremas con protección UV o spray con un contenido cremoso o algún proteico.
El cabello, al igual que el resto del cuerpo, sufre deshidratación, por ello es importante que la persona lo hidrate antes y después de las tomas de sol. El experto recomienda aplicar una mascarilla sin aceite, de hecho preferiblemente que contenga yogurt y miel, pues esta última ayuda como conductor y también como exfoliante para sellar las escamas del cabello, mientras que el yogurt contiene líquido hidrogenado de la leche, que aporta hidratación y protección. Utilizar aceites de oliva, almendra o de aguacate aumenta el riesgo de quemaduras una vez que los residuos en el cabello se expongan al sol.
Considerando la estrechez económica en los tiempos actuales, Aragón sugiere elaborar en casa un acondicionador que podrá llevar a la playa para desenredar el cabello una vez salga del mar o piscina. Se logra uniendo en un envase 100 mililitros de agua y una cucharadita de acondicionador. Estos son restos de este producto que suelen quedar en casa; batirlo con fuerza para que el acondicionador suelte los emolientes condicionantes que desenredan, que es su verdadera propiedad. Se aplica cada vez que salga del mar o cuando lo desee.
Si realmente no tiene la posibilidad de llevar a la playa un producto para el cabello ni de prepararlo en casa, procure tener un spray rociador con agua dulce para aplicarlo al salir del mar. “Realmente lo dañino no es la playa como tal sino la combinación del sol con el agua de mar, que tiene yodo, salitres naturales y una serie de minerales que resecan y exfolian en exceso el cuero cabelludo y las fibras”. No olvide usar bandanas, gorras o alguna pañoleta para evitar la exposición directa al sol, además de desenredarlo muy lento y con cuidado en caso de no usar algún acondicionador o crema de peinar.
Después de exponerse a los rayos solares es recomendable aplicar un champú desintoxicante y refrescante de elaboración casera que propone Aragón: tome 100 mililitros del champú de su preferencia, unas hojas de eucalipto, menta, algún licor de menta o una cucharadita de enjuague bucal, el zumo de medio limón y hierbabuena. Posteriormente licúe, cuele y espere a que se asiente para que baje la espuma. Lave el cabello con esta preparación que busca eliminar todas las partículas de arena, agua de mar y sudor para que el cabello vuelva a tomar brillo.
Las mascarillas hidratantes son recomendadas siempre que se someta el cabello a algún proceso, ya sea un agente externo como el sol o sudor y un químico como tinte o mechas. Esta vez se sugieren las que contengan aceites de oliva o de almendras o el mismo aguacate, siempre aplicando de medio a puntas, no en la raíz. Por su cualidad oleosa, se sugiere volver a lavar con champú. Obviar este proceso y someterlo al calor del secador o plancha con frecuencia aumentará el riesgo de pérdida de masa capilar, agrega el experto, que sugiere un análisis anual de manos de un especialista para determinar su tipo de cabello.
Bienestar integral
La nutricionista clínico Luisa Alzuru enfatiza la importancia de la hidratación no solo antes sino durante y después de la exposición al sol. Los requerimientos hídricos en una persona promedio sin tomar sol se calculan en dos litros de agua diarios, cantidad que debería incrementarse hasta tres litros al asolearse. En los niños se recomienda mínimo entre 6 y 8 vasos del líquido durante la exposición a los rayos solares. “Se pueden tomar jugos pero lo ideal es que la persona incluya el agua. También se sugiere el agua de coco”, agrega la experta.
Antes y durante las tomas de sol procure la ingesta de alimentos ricos en antioxidantes como el caroteno, que favorecen la rapidez y calidad del bronceado. Entre esos se incluye la zanahoria y la remolacha, que se pueden ingerir en forma de ensaladas o líquido como el popular “tres en uno”, que además contiene naranja rica en potasio. Incorpore las frutas y vegetales en su kit de refrigerios que llevará a la playa, ya sea en ensaladas o tipo snack o pasapalos.
Se sugiere la exposición al sol en horarios recomendables. En la mañana es apropiado máximo hasta las 10:00 am y al final de la tarde, a las 5:00 pm, cuando los rayos favorecen la captación de la vitamina D a través de los receptores de la piel. Esta es una de las vitaminas ideales para favorecer la absorción de calcio, que a su vez puede prevenir enfermedades como la sarcopenia muscular, es decir, la pérdida de masa muscular.
Evite en lo posible el consumo de comida rápida durante la exposición al sol. Los alimentos o chucherías ricas en sal aumentan la retención de sodio, una de las razones de la sensación de hinchazón muy común al ir a la playa. Las papas fritas y alimentos salados sustitúyalos por frutas y vegetales picados o panes preparados con atún o cualquier proteico como el queso acompañado con vegetales, que son alternativas cuando se quiere llevar algo práctico al paseo, sugiere Alzuru.
Aunque se aleje de la rutina diaria, procure respetar los horarios establecidos para las comidas, ya que saltarse las horas fomenta la ingesta de alimentos no tan saludables. Alzuru sugiere consumir algo cada dos a tres horas. Finalmente, no abusar de la ingesta de bebidas alcohólicas.
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