Abuelos aurinegros: Una historia ligada al fútbol nacional que tendrá un final feliz
Omar Delgado y María Orozco tienen una historia diferente que contar: gracias al fútbol consiguieron remodelar su casa para poder vivir mejor. Sin embargo, ninguno de los dos es deportista o está vinculado con la actividad, son dos ancianos, madre e hijo, que van al estadio desde principios de los años setentas, cuando se fundó el Deportivo Táchira y gracias ello son conocidos en todo el estado fronterizo.
Él tiene 70 años y ella 97, provienen de una longeva familia que tiene una extensa tradición futbolera, como la que se vive en esa región del país. La pareja va junta al estadio desde la fundación del Deportivo Táchira (1974) y gracias a su cariño deportivo consecuente son reconocidos en la entidad, siendo adoptados por los andinos como los abuelos aurinegros.
La familia vive junta en el sector de La Concordia, San Cristóbal, y su casa da a la Plaza Miranda. El hogar tiene problemas en su estructura -techo- y no tienen recursos para repararlo, además que Omar tiene cáncer de pulmón en estado 2 y su progenitora sufre de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc). Estas condiciones hicieron que un grupo de personas le tendieran una mano a los abuelitos, incluido el club de fútbol de sus amores.
La institución deportiva que Omar y María siguen desde hace 33 años comenzó arreglarles la vivienda, además que le harán una completa refacción porque los “consideran ejemplos del gentilicio tachirense”. Cada fin de semana van al estadio y hasta los mismos futbolistas conocen a los abuelitos, a quienes también le aportaron un granito de arena. El delantero paraguayo Víctor Aquino se comprometió a entregarles un mercado de alimentos mensual, llevando el primero hace pocos días.
“Yo no me imaginaba que esto iba a suceder. Yo tenía una solicitud para arreglar mi casa en la alcaldía. JHS y su presidente hablaron conmigo. Lo quería era que me repararan la esquina y la parte del techo de la sala que se estaba cayendo. También estuvo Aquino y nos dio un mercado. Mi mamá le dijo haga dos goles, y él hizo uno solo. Bueno, me complació aunque sea”, contó el Sr. Omar en exclusiva para Caraota Digital.
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